Este libro es magnífico. Está muy bien logrado. Tiene un mensaje profundo, pertinente, ameno, didáctico y espiritual. La narrativa es excelente; fluye con mucha gracia y sencillez. A la vez, está muy bien fundamentado bíblica, histórica y teológicamente.
El autor de De Saulo a Pablo nos lleva paso a paso, y con un estilo atrapante, a admirar el modo en que la gracia de Dios alcanza al principal perseguidor de los primeros cristianos hasta transformarlo en el principal instrumento para la divulgación del evangelio a las naciones del imperio que dominaba el mundo de aquél entonces. El libro nos desafía a descubrir en oración las diferentes etapas de formación de nuestro propio ministerio y del de otros, a fin de entender el proceso de Dios y saber esperar su tiempo para alcanzar un servicio más fecundo para su gloria.